Sembrar la duda: Indicios sobre las representaciones indígenas en Colombia. Banrep Cultural

 

SEMBRAR LA DUDA : INDICIOS SOBRE LAS REPRESENTACIONES INDÍGENAS EN COLOMBIA

Banrep Cultural

Arquitectura  Umbrales del Territorio

 

 

El privilegio de compartir uno de los ecosistemas más bio diversos del planeta con comunidades fuertemente arraigadas a sus territorios  nos ha llevado a comprender otras narrativas sobre nuestras relaciones, sentires, creaciones y formas de cohabitar con lo humano y lo más que  humano.  Los pueblos originarios de este país y  sus formas  de vida aun   vigentes   nos han seducido y llevado a acompañar procesos de intercambio de conocimiento y exploración  para la regeneración social, cultural y ecosistémica,  creando así  escuelas vivas que apoyen las iniciativas locales.  

 

Somos el resultado de una cultura de manifiestos híbridos. La información que proviene de los diversos mundos de los que somos producto  ha hecho que la tarea de reconstruir nuestro propio discurso y el arraigo de nuestras visiones sea una frágil realidad.

 

Una de nuestras formas de  interacción y creación  ha sido  dedicada a tejer arquitectura de cuido o cobijo; umbrales  para diálogos liminales entre culturas y ecosistemas, con el objetivo de desarrollar nuevas tecnologías de escucha. En este proceso, revivimos rituales para recordar que somos espíritus que podemos darle voz a los  territorios que habitamos y nos habitan,   protegiendo  los ciclos de vida arraigando nuestro sentido de pertenencia.

 

El diálogo actual  de cada cosmovisión y los espacios en los que se manifiestan deben fortalecer la oralidad de todo patrimonio inmaterial que contiene normas cósmicas incuestionables  cobijando  al individuo y a las comunidades con salud, bienestar, protección y fuerza vital.

 

Abrirnos a la escucha de nuestro propio cuerpo como nuestro primer templo territorio, nos permite afinar las formas de relacionarnos (tejer) con los demás cuerpos que conforman ese gran cuerpo colectivo, el territorio que habitamos. Un territorio que consideramos portador de recuerdos y conocimientos tan diversos como la diversidad de seres que lo habitan.

 

Un territorio que nos marca el camino para descender al encuentro de nuestra humanidad más profunda, emprender un viaje de transformación que nos ayude a comprender el propósito de nuestra existencia en el tejido de la vida en el planeta. La armonía entre pensamiento, palabra y el gesto se manifiesta en el tejido.  Una arquitectura tejida es la red que vamos creando con las relaciones que nos conectan, convirtiéndose en la manifestación de las narrativas que surgen del encuentro entre los cuerpos y los territorios.  El tejido es el proceso y a la vez el resultado.

 

La invitación a acompañar  desde  la gestación  el llamado a Sembrar la Duda celebra y reitera  este  manifiesto de Cuerpo Tejido y Territorio donde desde el encuentro entre diversas disciplinas y formas de conocimiento, nos interrogamos sobre los fundamentos de las relaciones que tejemos con nuestros cuerpos, nuestras almas y nuestro entorno.

 

Confluimos  en al creación de una Arquitectura de Umbrales para abrazar esta siembra de dudas. La necesidad de pausar  y atravesar nuestros sentires, nuestras acotadas perspectivas opresoras de la biodiversidad de este  país y  las incomodas verdades de  segregación y violencia que hemos  perpetuado en  nuestros andares. Tejidos en movimiento que nos   llevaran a ver las confusas  identidades impuestas.


Acá una arquitectura como herramienta para hacer visible la abundancia de todos los lenguajes, una peregrinación al reconocimiento de  los orígenes, siendo los ecosistemas y las comunidades nuestros maestros.  Debemos entender que la autonomía de los territorios depende de la frágiles expresiones culturales aún vivas en ellos. Es sólo a través de la experiencia vívidas de  esta interacción entre cultura y territorio (humanos y recursos locales) que podemos entender cómo la construcción de un entorno, cultura  están ligados a un ciclo de vida, a una necesidad de cobijo y a una profunda interconexión con el acto de habitarnos.


Estos Umbrales tejidos como una de las expresiones matéricas que abrazan esta exposición  son la representación  de un oficio ancestral donde se esculpe  con fuego y arena el Bamboo Phyllostachys para luego poder ser entrelazado.  Túneles canastos generando  vórtices  como llamados  a  desaprendernos, a construir  nuevas narrativas de gestión de conocimiento desde el diseño de diálogos improbables. Pasajes a recorrer  explorando  nuevas presencias,  nuevas ritualidades y una producción de conocimiento abierto para  reconciliar  las relaciones naturaleza-cultura desde el fortalecimiento de nuestra identidad híbrida, cargada de tensiones y contradicciones.

 

Tejer a gran escala  propone un activismo colectivo,   desde el arraigo y respeto a las leyes de origen  nos acompañamos en el  cuido a cuestionar nuestra palabra y  pensamiento.  Estos  pasajes, esta maloka invertida  y la tierra roja que abraza los espacios,   son desde lo materico diálogos  de  fricción y a la vez de conexión para afinar epistemologías horizontales centradas en los procesos y en las relaciones.  Los tepuyes  como sostenedores de ecosistemas  de tesoros    dibujan un  archipiélago de momentos para  reconstruir nuestro entendimiento del origen y su vigencia en el ahora. 

 

Es entonces desde este territorio, esta escuela viva  creada dentro del marco de la Exposición Sembrar La duda donde se  tienden  puentes entre personas, territorios, prácticas artísticas y científicas, oficios, modos de pensar, de vivir y de crear con el propósito de manifestar reflexiones y experiencias que siembren dudas, sacudan creencias, despierten vocaciones y transformen conciencias para alimentar nuevas formas de cohabitar la tierra y sobre todo de honrar  la diversidad de este país.

 

Que esta iniciativa poderosa guiada por un  valiente  equipo  de curadores,  artistas, comunidades Indígenas,  artesanos,  tejedores imparable  y constructores de mundos posibles  nos  acompañe a tejer nuevas narrativas honrando la palabra viva, la escucha activa y el entendimiento de que somos parte de un ecosistema autónomo y regenerativo. 

 

Conmovida y llena de gratitud por esta invitación y todos los aprendizajes.

 

Ana María Gutierrez

Directora

Organizmo

Centro de Regeneración e  Intercambios Interculturales